lunes, 17 de septiembre de 2007

Kartas A Las Tierras del Konkistador

Y me sigues dando lecciones.
Akaso debo “kemar mis recuerdos”
A mí me suena a plagio,
pero en realidad prefiero llamarlo konsejos.
La verdad...tú derrotero no puedo seguir,
No ando hasta el kulo de tripis, ni kokaína.
No konozko traficantes de caballo, ni he
pegado lanzazos...
admiro, tú cerebro, tú verbo y tú sentir.
Tal parece ke hubiésemos vivido las mismas
Miserias, la POESÍA UNIVERSAL, el sufrimiento terrenal.
Me gustaría pedir un konsejo, pero...
ya no konfío en nadie...Además
debes estar muy ocupado kon tus venas y tus golfas,
komo para eskuchar a alguien.
Pero ke voy hacer, si se aparece por todos lados.
En las paredes, en mis gritos y en mi tinta.
Kuando parece ke estoy kurado...
después de tanto REMEDIO, todo vuelve a suceder.
Parece más ke una enfermedad,
la ciencia no podría extirpar este rekuerdo.
Te eskribí esta karta...
esperando ansioso tú respuesta.
Pero me mandas de vuelta unas
palabras ke no entiendo.
No es un puzzle, ni acertijo,
Es un desafío a la maldita
kotidianeidad de la NO VIDA.
Parecía un recetario:
Elástikos
Piedras
Jeringas
Gasolina
Un gramo de kaballo
Kables
Pilas
Barrikadas
Una bala
Si alguien me ayuda a armarlo,
Sigo tú KONSEJO...

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